Mirando la película tal como existe hoy, es casi imposible imaginar a alguien que no sea Al Pacino en el papel principal. Sin embargo, hubo un período de tiempo en el que Dustin Hoffman estuvo a punto de hacerse cargo. Pacino acababa de protagonizar «Serpico» del director Sidney Lumet dos años antes, todavía estaba entusiasmado con el éxito de las películas «El Padrino» y era la elección obvia para el papel de Sonny Wortzik. Al ser abordado por primera vez para el papel, Pacino aceptó, pero luego cambió de opinión.
Durante una entrevista en «Larry King Live», Pacino habló sobre su lucha contra el alcoholismo. «Fue durante uno de esos episodios de bebida, en Londres, que rechacé ‘Dog Day’… después de haber dicho que sí». La producción aceptó a regañadientes su renuncia y comenzó a considerar a otros actores. Como se reveló en la biografía «Al Pacino: A Life on the Wire», el principal candidato de reemplazo era Dustin Hoffman, quien acababa de recibir su tercera nominación al Oscar por «Lenny».
Sin embargo, el reemplazo potencial nunca llegó a ser. Uno de los productores de «Tarde de perros», Martin Bregman, logró comunicarse con Pacino. Lo convenció de «dejar de beber por un tiempo y leer el guión», como le explicó Pacino a Larry King. Cuando el actor siguió ese consejo, todo volvió a enfocarse y se dijo a sí mismo: «¿Por qué no estoy haciendo esto? Debería estar haciendo esto».