El lago de las medusas
La República de Palaos tiene un entorno natural impresionante. Pero entre todos sus paisajes destaca especialmente el conocido como Lago de las Medusas, situado en la Isla Eil Malk, y considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En apariencia, este lago podría parecer simplemente otra acumulación de agua más. Pero hay algo que lo hace muy especial: está habitado por cientos de miles de medusas cuyo ADN lleva millones de años sin mezclarse con el de las medusas de fuera del lago.
El lago está conectado con el mar por una serie de túneles subterráneos, pero las conexiones son pequeñas, y escasamente sirven para que se realice un intercambio de aguas entre el lago y el océano.
Inicialmente las conexiones entre el lago y el mar permitían el desplazamiento de animales entre ambos cuerpos de agua, pero actualmente no resulta posible. Por este motivo, las especies animales que habitan el lago han evolucionado de forma única para vivir en este entorno aislado.
Las medusas del lago son prácticamente inocuas para los humanos; su picadura es tan sutil e indolora que solo afecta a personas alérgicas. Debido a ello, muchos turistas aprovechan para nadar entre ellas, e incluso tocarlas, ya que es una experiencia única en el mundo.
No obstante, es un entorno extremadamente delicado. El cambio climático, los eventos meteorológicos y la acción humana han afectado gravemente a la población de medusas, que pasó de varios millones a casi cero en pocos años.
Actualmente las medusas se recuperan poco a poco, pero para proteger el ecosistema hay unas normas muy estrictas a la hora de visitar y nadar en el lago. Si quieres visitarlo, tendrás que obtener un permiso con antelación y firmar un compromiso de protección del medioambiente.
Cuevas del Drach
No todos los paisajes increíbles están en la otra punta del mundo. En España también hay lugares que son verdaderamente impresionantes que surgieron hace millones de años de forma natural.
En este caso nos referimos a las Cuevas del Drach, un conjunto de cuatro cuevas de varios kilómetros de longitud situadas en Mallorca. Se formaron debido a la acción de la lluvia sobre el terreno, y dentro de ellas está uno de los mayores lagos subterráneos del mundo, el Lago Martel.
El techo de las cuevas está repleto de estalactitas, iluminadas desde diferentes ángulos para resaltar aún más las formaciones geológicas. Todo ello forma un espectáculo verdaderamente digno de ver.
Además, la visita merece mucho la pena. Aparte de ser un lugar visualmente impactante, dentro de las cuevas podrás disfrutar de un breve concierto de música clásica, y de un paseo en barca por el lago.
Las Cuevas del Drach forman parte del Patrimonio Histórico de España. Aparecen mencionadas en textos medievales, y también en una de las novelas del famoso escritor Julio Verne.
El Pozo de Darvaza
Si pensamos en los efectos de la acción humana en la naturaleza, probablemente no nos venga a la mente nada especialmente positivo. Pero en ocasiones, de manera fortuita pueden surgir cosas de forma increíble.
El Pozo de Darvaza se formó precisamente por la combinación de acción humana y procesos naturales. Durante unas prospecciones de gas realizadas por geólogos soviéticos, la tierra se hundió sin previo aviso, y dejó al descubierto unos túneles subterráneos.
La zona en la que se encuentra (el desierto de Karakum, en Turkmenistán) es rica en gas natural y petróleo, y los túneles empezaron a emitir gases en cuanto quedaron al descubierto.
A los científicos les preocupaba que se liberaran gases tóxicos en el entorno, así que los geólogos decidieron prender fuego al pozo, esperando que las llamas consumieran los gases en poco tiempo.
Pero por la contra, el pozo nunca ha dejado de arder. Las llamas no se han apagado nunca en casi 50 años, y las temperaturas en su interior alcanzan los 400ºC. Su aspecto, especialmente de noche, parece sacado de una película de terror, y ha hecho que se gane el mote de “Puerta al Infierno”.