Que beber agua ayuda a adelgazar es una creencia muy extendida pero, ¿es un mito o una realidad? Te contamos qué es lo que dice la ciencia al respecto.
Si estás a dieta o te gustaría perder peso, seguro que te han recomendado que bebas más agua para adelgazar. Pero, ¿hacerlo te ayudar a quitarte esos kilos de más? Vamos a repasar qué es lo que dice la ciencia.
Lo primero que hay que tener claro es que el hecho de beber agua, por sí solo, no te va a permitir adelgazar. Para perder peso es necesario estar en déficit calórico y quemar más calorías de las que ingieres con los alimentos. Por lo tanto, si no cuidas tu alimentación y haces ejercicio para quemar calorías, por mucha agua que tomes no va a cambiar nada.
En caso de que estés siguiendo una dieta y haciendo deporte, beber más líquidos puede ayudarte a conseguir tu objetivo de pérdida de peso. Tal como señala la Universidad Johns Hopkins en un artículo, beber más agua te puede ayudar a adelgazar por los siguientes motivos:
- Ayuda a calmar el apetito. Tomar agua antes de comer te puede ayudar a reducir la ingesta de alimentos. Así lo respalda este estudio, en el que las personas que bebieron agua antes de las comidas comieron un 22% menos que las que no lo hicieron.
- Ayuda a reducir la ingesta de calorías líquidas. Sustituir por agua los refrescos y otras bebidas azucaradas te ayudará a reducir sustancialmente el consumo de calorías. Además, reducir el consumo de azúcar te proporcionará otros beneficios para la salud, más allá de la pérdida de peso.
- El organismo necesita agua para quemar grasas. La lipólisis es el proceso mediante el que el organismo moviliza las reservas de grasa para cubrir las necesidades energéticas del cuerpo. De acuerdo con un estudio, la deshidratación leve reduce la lipólisis, por lo que es importante mantenerse bien hidratado.
- Estar bien hidratado mejora la motivación y reduce el estrés. La deshidratación causa fatiga y somnolencia, de manera que si quieres estar activo para hacer deportados importante beber agua. Además, este estudio sugiere que cuando el organismo no está bien hidratado aumenta la producción de cortisol, la hormona del estrés.