Cuando todo esto era campo, en el Mobile World Congress se presentaban móviles. Sí, es una historia de abuelo cebolleta, pero es cierto, la notoriedad del MWC como gran evento del año en el sector de las telecomunicaciones tenía un gran componente de presentación de móviles.
En años anteriores a la pandemia se empezó a ver como más marcas apostaban por su propio evento y, después de pandemia, el MWC se consolida como una feria de, para y sobre telecomunicaciones. Menos cacharro. Más softwarización. Más redes.
Xiaomi y Honor han sido las grandes marcas que han lanzado nuevos equipos durante el Mobile, pero con algo de trampa, ya que en el caso de Xiaomi se presentaron todos sus productos dos días antes en China y en el de Honor ocurrió lo mismo, pero una semana antes.
Lo que está pasando con el Mobile World Congress retrata perfectamente el estado del mercado de los smartphones: se está saliendo de un desastroso 2023, pero con las esperanzas de que 2024 sea el año de la recuperación.
Cuando lo más destacable de una feria tecnológica centrada en móviles es un coche, algo está pasando. El MWC no es el CES, tampoco el Computex, IFA o el Salón de Ginebra. Aquí se venía a hablar de smartphones.
La clave del MWC del futuro es sencilla, menos presentaciones de dispositivos y más negocios de todo lo que le rodea.
Hay que recordar que el Mobile World Congress es, al final, un evento pensado por y para profesionales. De ahí la cantidad de corbatas por metro cuadrado de este evento: la gran mayoría de asistentes vienen a ver nuevas tecnologías, visitar clientes y buscar nuevos tratos para sus negocios. Prueba de ello es que John Hoffman, CEO de la GSMA, dijo hace una semana que el 60% de los congresistas provenían de sectores ajenos a la telefonía móvil.
Lo que pierden los fabricantes lo ganan las operadoras
Por fin, tras años siendo el patito feo, las operadoras notan la recuperación como pieza fundamental del mercado de las telecomunicaciones.
No es para menos. Los móviles son los productos más brillantes que todo el mundo quiere tocar, pero son las redes de las operadoras las que mueven todo y han vuelto a tener la relevancia que creen se merecen.
La softwarización de las redes, pero sobre todo el Open Gateway, han sido por segundo año consecutivo la tecnología reina de las telecos.
La capacidad de crear software para las redes gracias a unas APIs abiertas e interoperables entre diferentes operadoras, abre una nueva vía económica para recuperar la inversión de las nuevas redes de fibra y móviles.
La recuperación del Mobile World Congress rumbo a números prepandémicos
Este año la GSMA, la patronal de las telecos y organizadora del evento, esperaba alcanzar la cifra de 95.000 asistentes, aunque el Ayuntamiento de Barcelona comentaba en redes sociales datos de «casi 90.000 asistentes». Finalmente, en un anuncio el día de su cierre, la GSMA anunció que finalmente fueron 101.000 asistentes.
Poco a poco el gran evento de los móviles –que da un gran empujón económico a Barcelona– está empezando a llegar al nivel de asistentes que tenía años antes, con el número récord de 109.000 visitantes en 2019.
Es de esperar que el año que viene, que se celebrará del 3 al 6 de mazo de 2025, los organizadores intenten alcanzar la cifra redonda de 110.000 asistentes.
Nota: Este artículo se actualizó añadiendo la cifra final de asistentes provista por la GSMA.