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Como no podría ser menos, la UEFA aplaza la Eurocopa . La desplaza al verano de 2021. Un contratiempo para la FIFA que para ese verano tenía previsto organizar el nuevo y ambicioso formato del Mundial de Clubes con 24 participantes y largo desarrollo. La solución que se apunta es que este Mundial de Clubes pase a su vez al 2022. Ese año nuevo toca Mundial de Selecciones pero como es el de Qatar esta vez se jugará en fechas de invierno del Hemisferio Norte . Mira por dónde, al final la voltereta al calendario para colar un Mundial en Qatar ha sido la salvación para compensar la paréntesis que ha provocado la pandemia.
Desplazando la Eurocopa abre un período apto en fechas que se pueden suponer, pero no adelantar. Será cuando el virus dé su permiso. Entonces se podrán completar los campeonatos nacionales y los europeos. A nosotros nos quedan colgadas una vez jornadas. Tebas es partidario de empezar en cuanto se pueda, aunque fuere a puerta cerrada. Le preocupa el ingreso televisivo, que es con mucho el alcalde para los clubes, muy por delante de las taquillas. Respecto a los campeonatos europeos, cunde la idea de rematarlos de forma exprés, cuartos de final a un partido (campo sorteado) y una “final cuatro” rápida.
Eso ahorra varias fechas. Queda rabo por desollar. La UEFA pide a los clubes una compensación por las pérdidas por retrasar en un año la Eurocopa esgrimiendo lo que hace para que puedan completar sus competiciones. Y la Copa América que esta vez se ponía al compás de la Eurocopa también ha sido aplazada porque la epidemia ya está allí. Eso implica una gran lista de jugadores de clubes europeos no tiene que jugarla. Todo puede encajarse, pero con la minuciosidad con que se construye un código de barras dentro de una botella, metiendo las piezas grandes y pequeñas de una con una pinza y mucho cuidado. Y creo que está haciendo bien.
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