Los antiguos galos solo temían una cosa: que el cielo les cayese sobre sus cabezas. Eso es lo que podría pasar mañana, aunque hay que estar tranquilos. Las posibilidades de que un fragmento del satélite europeo ERS-2 que va a entrar en la atmósfera, impacte contra una persona, son muy bajas.
El satélite ERS-2 de la Agencia Espacial Europea (ESA) es enorme. Mide 11,8 metros de largo, y pesa 2.516 Kilos. Tiene el tamaño y la masa aproximada de un autobús. Tras 13 años «desorbitando», los expertos estiman que entrará en la atmósfera este 21 de febrero.
Puesto que se trata de un descenso natural, es decir, no controlado, no se sabe dónde caerá. Al ser tan grande, es probable que algún fragmento de hasta 52 Kilos de peso, llegue al suelo. ¿Qué posibilidades hay de que golpee a una persona?
La caída del satélite ERS-2
El satélite ERS-2 de la ESA se lanzó al espacio el 21 de abril de 1995. Durante unos años fue el satélite europeo más avanzado. Su función era estudiar los huracanes e inundaciones que se producían en todo el mundo, para analizar el cambio climático.
Terminó su labor en 2011, así que la ESA decidió «jubilarlo». Se llevaron a cabo 66 cambios de órbita para agotar todo el combustible, así como las baterías, lo que redujo su altitud de los 785 a los 583 Kilómetros de altura.
Es una operación común con los satélites en desuso: se sacan de la «autopista» congestionada en donde operan buena parte de ellos, y se bajan a una órbita poco transitada.
Una vez apagado, el satélite ERS-2 iría cayendo poco a poco, atraído por la gravedad de la Tierra, hasta entrar en la atmósfera y desintegrarse. Esta destrucción podría tardar hasta 15 años, porque orbita tan rápido que la gravedad le afecta poco.
Finalmente, 13 años después de su «jubilación», el satélite SAR-2 ya está a solo 80 Kilómetros de altura, y entrará en la atmósfera el 21 de febrero de 2024.
Se destruirá casi por completo, aunque es probable que algún fragmento de hasta 50 Kilos, llegue hasta el suelo. Dado que el 70% de la superficie de la Tierra es agua, y en el resto las personas están muy diseminadas, según la ESA, la posibilidad de que algún fragmento golpee a una persona es de 1 entre 100.000 millones.
Eso es 1,5 millones de veces menos probable que tener un accidente en casa, y 65.000 veces menos de que te caiga un rayo. La ESA dispone de una web en donde actualiza en tiempo real su posición.
El satélite ERS-2 caerá el 21 de febrero sobre la Tierra, y aunque las posibilidades de que cause daños es mínima, esas probabilidades van a ir aumentando, a medida que se ponen más y más satélites y naves espaciales en órbita.