No hay duda de que a Valve se le da bien el software. Steam sigue siendo la plataforma que domina el panorama de videojuegos en PC y con bestialidades como Half Life Alyx han demostrado que siguen sabiendo hacer juegos.
Sin embargo, cuando hablamos de hardware, la cosa cambia. Esto ya no se le da tan bien y tanto lo que hacen ellos (el Steam Controller que se terminó vendiendo a precio de saldo o Steam Link que ha terminado siendo una app) como lo que les hacen (las famosas Steam Machines) han sido un fracaso.
Sin embargo, no se rinden y, precisamente, con lo que tenemos entre manos recordamos a esas Steam Machines que murieron antes de nacer. A continuación, te cuento mi opinión de Steam Deck tras haberla probado y haberme quedado con ganas de más, de mucho más.
Steam Deck | |
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Pantalla | Panel IPS con acabado mater | Resolución de 1.280 x 800 píxeles | 7″ con 60 Hz de refresco | Táctil | 400 nits |
Controles | Botones frontales A, B, X, Y | Cruceta | Dos sticks | Dos trackpads | 4 botones traseros | Botones L1, R1, L2 y R2 | Giroscopio |
SoC | APU de AMD Zen 2 de 4 núcleos y 8 hilos a 2,4 – 3,5 GHz | GPU RDNA 2 |
RAM | 16 GB LPDDR5 |
Almacenamiento | eMMC de 64 GB | NCME de 256 o 512 GB PCIe Gen 3 |
Puertos | USB-C con salida de vídeo | Lector de microSD |
Conectividad | Bluetooth 5.0 | Wi-Fi ac de 2,4 y 5 GHz |
Batería | 40 Wh | Alimentación USB-C PD de 45 W |
Dimensiones y peso | 298 x 117 x 49 mm | 669 gramos |
Precio |
¡Ojo! Aunque te voy a intentar hacer un análisis lo más completo posible del hardware y software de la máquina, te recomiendo que te pases por nuestra página hermana HobbyConsolas, ya que mi compañero Alberto Lloret ha probado muchísimos juegos y su análisis es el mejor complemento posible para este texto.
Y, además, no puedo empezar el texto sin dar gracias a Tuberviejuner, ya que esta unidad de Steam Deck es suya y nos la ha cedido con mucha amabilidad para poder probarla durante unos días. Pasad por su canal si os gusta lo retro porque vale mucho la pena.
Dicho esto, vamos al lío.
Apartados del análisis de Steam Deck:
Más cómoda de lo que parece, aunque se nota que es su primera «consola»
Cuando se mostraron las primeras fotos de Steam Deck, creo que todos pensamos lo mismo: «esto es demasiado grande», «es como el mando de WiiU», «Nintendo Switch es mucho más cómoda» o «‘¡Si es como la Lynx!».
Sin embargo, aun siendo enorme, cuando la tienes entre manos la verdad es que es más cómoda de lo que parece. Me gusta el diseño de los sticks, la ergonomía me parece bastante buena y creo que el peso está muy bien repartido.
Sin embargo, es grande, es enorme y llevarla en la mochila, sobre todo en su funda original, hará que otras cositas que llevas en el día a día no entren o, directamente, parecerá que tu mochila es el bolsillo de Doraemon.
Pero bueno, como digo, creo que la ergonomía es buena y, además, tenemos muchísimos métodos de control.
En el frontal podemos ver un montón de botones con los clásicos A, B, X, Y que tienen una buena pulsación, dos sticks de verdad, con recorrido completo como pueden ser los del mando de Xbox, botones start y select, dos botones de sistema, dos touchpad y la cruceta
Creo que todos los botones y los sticks son bastante accesibles, pero me chirría la posición de la cruceta. Está claro que hay que encajar el touchpad izquierdo en algún lado, pero la cruceta está demasiado esquinada. Te vas a tener que acostumbrar, ya que al principio tienes que hacer un gesto raro con la palma y el pulgar para llegar bien y estar cómodo.
Pero bueno, me ha gustado el tacto y la sensación al pulsar, todo lo contrario que con los botones de ‘Steam’ y el de los tres puntitos. Tienen muy poco recorrido, están algo duros y la sensación es igual que la que tenía en un mando antiguo cuando se acumulaba polvo en los botones. Y esto me chirría porque son dos botones que vas a usar mucho en el día a día.
Los trackpad tienen respuesta háptica y su vibración es una pasada. Me parecen mejores que los que tenía el Steam Controller, pero también es cierto que son extremadamente sensibles. Sí, es algo que puedes ajustar, pero debes tenerlo en cuenta. Al final, funcionan como un ratón y en juegos como los de estrategia pueden venir bien.
Como he dicho, el tacto de los sticks es buenísimo, así como su área de rendimiento y el izquierdo esconde una sorpresa. Si ponemos la yema del pulgar encima y activamos los controles por movimiento, en juegos como Resident Evil 8 Village podemos apuntar como si estuviéramos en WiiU, usando el acelerómetro y giroscopio del sistema.
Evidentemente, esto es personalizable y puedes elegir jugar con la forma clásica, pero es algo que me ha encantado porque es preciso y porque, además, es muy sencillo cargar esos perfiles personalizados en el menú del juego en Steam.
Tenemos un menú con varias opciones y una de ellas es la de usar la configuración predeterminada para este sistema, pero otra es la de usar configuraciones personalizadas. La verdad es que es un extra curioso.
Si me preguntas, habría preferido una posición de sticks asimétrica, como en el mando de Switch o en el de Xbox, con el stick derecho donde está el trackpad derecho, pero al final esto es cuestión de gustos y a la hora de jugar, en cuanto te acostumbras, es una máquina cómoda.
Si nos vamos a la parte superior tenemos dos botones y dos gatillos que tienen una buena pulsación y son cómodos, así como los botones de volumen y el de encendido. El USB-C para cargar la consola o mandar vídeo a una pantalla también está en la zona superior y en la inferior solo tenemos una ranura para una microSD.
Si nos vamos a la trasera, tenemos la entrada de aire fresco (la salida está arriba porque sí, tenemos un ventilador que sopla bastante fuerte en ocasiones) y cuatro botones personalizables. Encuentro útil que estén, pero no me gusta nada el tacto.
Están muy duros, creo que el punto de activación no está puesto en la posición óptima y con el espacio disponible en la trasera podrían haber optado por algo como las palancas (quizá no tan largas ni imantadas, pero un sistema así) que tiene el mando Elite Controller de Xbox.
Me parece el punto más flojo del diseño, así como una elección de materiales que no me parece tan premium como lo que tenemos en el interior, ya que el plástico no es de la mejor calidad.
También me parece que la pantalla tiene unos marcos negros exageradamente grandes y que podría haber sido de mayor tamaño (tiene 7″) si hubieran ajustado más.
Es excesivamente parecido al del primer modelo de Switch cuando creo que podrían haber hecho, perfectamente, algo más similar a lo que Nintendo consiguió con Switch OLED manteniendo el tamaño de la máquina, pero con una pantalla mayor.
El panel mate es la mejor opción, pero cuidado con las huellas o querer jugar en exteriores
Además de haber dado un aspecto más premium a la máquina, una pantalla algo más grande habría ayudado con uno de los principales problemas que me he encontrado a la hora de jugar: el tamaño de los textos de los menús de los juegos y algunos textos que aparecen en la partida.
La pantalla ha sido un punto bastante candente en el escaso ciclo de vida de Steam Deck por su tamaño y, sobre todo, por su resolución.
Es un panel con un formato 16:10, por eso es algo más alto que los convencionales 16:9 y, la verdad, en este tamaño se agradece ese formato. La resolución es de 1.280 x 800 píxeles y sí, no está en el estándar de los «PC master race», pero para este tamaño es más que suficiente.
Esta resolución va a permitir que los juegos lleguen a buenas tasas de frames por segundo mientras mantienen buenos parámetros gráficos, pero también podemos usar un truquito del que te hablaré a continuación para bajar la resolución de renderizado, pero manteniendo la nitidez.
Antes de eso, tengo que decirte que los ángulos de visión me han parecido muy, muy buenos, es un panel IPS con un buen calibrado que va a hacer que disfrutes de un amplio abanico de juegos como Ghostwire (algo oscuro) o Tunic (muy colorido) y que, además, es táctil.
Esto es muy útil, sobre todo, para navegar por el sistema o teclear en el teclado virtual. Pero ojo, ya que aunque la pantalla me ha gustado, está lejos de ser perfecta.
Lo primero es lo de los marcos, ya que podrían haber aprovechado para meter un panel mayor si hubieran jugado mejor con el frontal. Lo segundo es por el brillo, ya que tenemos una media de 531 luxes que es bastante normalita y que, de hecho, es menor que la de Nintendo Switch OLED.
Como haya una fuente de luz potente que incida de mala manera o juegues en exterior, no vas a ver nada aunque tengas el modelo que hemos analizado, el que tiene el panel con acabado mate. Además, otro problema es que no parece tener una capa oleofóbica, ya que las huellas se quedan que da gusto y es complicado limpiarlo si no tienes un buen paño de microfibra.
Lo que me ha gustado mucho, y me ha sorprendido, es la calidad de los altavoces. Son frontales, lo que siempre es un punto a su favor, pero además es que tienen buena potencia y el sonido tiene cuerpo.
Sinceramente, yo jugaría siempre con auriculares, pero se agradece que Valve no haya escatimado en la calidad de la pareja de altavoces.
Parece mentira que los juegos vayan así de bien (y el sistema tiene trucos)
Pero bueno, vamos a lo que, seguramente, te estás preguntando. ¿Cómo corren los juegos en Steam Deck? En términos generales, muy bien, pero antes de pasar a eso, creo que es necesario que hablemos un poco del software.
Aquí creo que Valve lo ha hecho bastante bien, aunque con matices. Para empezar, tenemos un sistema Linux sobre el que corre el sistema operativo de Valve y utiliza un «traductor» llamado Proton.
Proton es, de alguna manera, lo mismo que Rosetta en los Mac con arquitectura ARM: un puente entre las aplicaciones x64 y el lenguaje de ARM. De este modo, Proton permite jugar a títulos lanzados para Windows en Steam Deck. Hay un montón de cosas detrás, pero básicamente eso e slo que hace, permitir utilizar un juego creado para Windows en Linux.
Hay ciertos juegos que parecen no ser compatibles todavía con Proton, pero la verdad es que las cosas avanzan y títulos que hace dos meses no eran jugables, ahora sí se pueden arrancar, aunque hay otros que no o que, directamente, presentan algunos problemas.
Para saber qué juegos son los óptimos, Steam Deck tiene una pestaña en la tienda en la que se nos muestran los juegos validados para la máquina.
Eso se representa con un check verde en la carátula del título, pero también es posible que veamos un símbolo amarillo o gris. Los amarillos funcionan, pero no han sido validados por Valve y puede que tengan, o no, problemas. Y los grises se pueden instalar, pero seguramente crashearán.
Hay otros que no tienen problema, pero como no se han probado, Valve no lo sabe y los pone como en gris. Puede ser un problema técnico o, simplemente, que no se hayan mapeado los botones. Es algo que vas a poder hacer tú mismo o descargar en la pestaña de comunidad de Steam.
En el análisis de mi compañero Lloret se profundiza mucho más en esto (y, de nuevo, te recomiendo la lectura de su texto), pero básicamente tenemos una plataforma con una interfaz muy optimizada, que permite controles táctiles, que es bastante clara, accesible y que, además, tiene un modo PC.
Este modo PC nos va a permitir ejecutar lo que queramos, literalmente, en un entorno Linux que se beneficia de esa capa Proton para cargar la tienda de Ubisoft o Rockstar, por ejemplo. Y ya te digo que en este terreno las cosas están avanzando rápidamente, pero no voy a entrar en más detalle en este análisis por motivos obvios.
Y si te lo estás preguntando, sí, puedes conectar un SSD al USB-C para cacharrear con el sistema, copiar archivos… vaya, que es un PC.
Dentro de los juegos hay algo que me encantó y que, la verdad, no esperaba. Si pulsamos en el botón de los tres puntos, accedemos a un menú en el que podemos ver la batería (cuya estimación falla más que una escopeta de feria) y una serie de parámetros que podemos activar a nuestro gusto.
Entre ellos hay tres que me han flipado porque son a nivel de sistema, no de cada videojuego, y son una pasada. Uno de ellos es el menos sorprendente, ya que se trata de un medidor del estado del SoC (frecuencia, frames por segundo, latencia, etc) que podemos complicar lo que queramos, desde que solo muestre los FPS hasta ver a cuánto está corriendo cada núcleo del procesador.
Otra cosa que me ha encantado es que tenemos una barra en la que podemos limitar la tasa de frames. Por ejemplo, si estamos en casa jugando con el cargador, podemos poner que el límite sean 60 fps, pero si salimos a la calle para tomar el tren, abrimos el menú y bajamos a 30. De esta forma ahorramos batería y es algo que, ya digo, ocurre a nivel de sistema, por lo que no hay que entrar en la configuración del juego.
Lo mejor, sin embargo, es el FidelityFX Super Resolution, o FSR. Es como el DLSS de Nvidia (salvando las distancias porque el de Nvidia es mejor) y, básicamente, lo que permite es ejecutar el juego a una resolución de renderizado menor para mejorar el rendimiento, pero estirando la imagen por inteligencia artificial para que ocupe toda la pantalla sin perder mucha calidad.
Con esto pasamos de unos 30 fps en Elden Ring a unos 40-45 fps y, de nuevo, se activa sin meterse en el menú del juego. Esto es algo que no todos los juegos soportan, pero en los que sí, te recomiendo activarlo. Eso sí, los textos se van a ver algo borrosos, pero compensa.
Y ya que estamos metidos en el rendimineto, hay de todo. God of War funciona muy bien en el modo gráfico original, Elden Ring es bastante fluido, Cyberpunk 2077 funciona muy bien si no activamos el ray tracing y Resident Evil VIII va a 60 fps casi clavados.
Juegos más pequeñitos como Tunic o Rogue Legacy 2 son una maravilla con las opciones gráficas más altas, a 60 fps y a la resolución nativa. Y vaya, que no puedes pedir a un SoC así el mismo poder que una CPU y GPU discreta, pero ya digo que sorprende ver God of War en portátil.
Ahora bien, no viajes sin un buen powerbank porque la batería dura un suspiro y vas a tener algo menos de dos horas en los juegos exigentes. Es un SoC que va a tope y un ventilador que está soplando constantemente. Son elementos que consumen bastante.
Pero más allá de eso y de algunos juegos que no están validados y crashean, la verdad es que la experiencia es fantástica y me ha sorprendido para bien.
Eso sí, tiene cosas que dices… pero cómo es posible esto. ¿Un ejemplo? No poder descargar un juego de 50 GB en reposo. Tienes que tener la pantalla encendida para que descargue, algo que consolas portátiles de hace 10 años ya habían superado por completo.
Me daba un poco igual, pero ahora necesito una Steam Deck
Llegamos al final del análisis de Steam Deck y la verdad es que se ha convertido en una de mis piezas de hardware favoritas de los últimos tiempos. Lo cierto es que la máquina me llamaba la atención, pero no me gustaba el no poder comprarla hoy y que me llegara pasado mañana.
Hay una larga lista de espera para hacerse con ella (si la pides ahora te la envían en otoño, más o menos) y no tenía muy claro qué tal sería el rendimiento o la ergonomía porque, como he comentado, me parecía enorme.
Y no es pequeña, pero como digo, es mucho más cómoda de lo que parece. La ergonomía es fantástica, los botones y sticks tienen un buen tacto y hay cosas que pulir, como los botones traseros o los de ‘Steam’ y ‘…’ o los materiales, ya que es bastante plasticosa, pero por el precio que tiene la máquina, es algo que «me cuadra».
Lo importante es que el rendimiento es muy bueno, sorprende lo bien que se mueven los juegos más exigentes, a nivel de software está muy pulida (excepto algunos detallitos cuestionables como lo de las descargas en reposo) y, en general, es una máquina excepcional tanto para los juegos de Steam como para todo lo que sea abandonware y otras plataformas.
Quiero una, la verdad, y creo que si te gustan los videojuegos y te llama mínimamente la atención, te va a flipar la máquina, pero el tiempo de espera para hacerme con una unidad es lo que me echa para atrás.
Por lo demás, me parece que Valve por fin tiene la Steam Machine portátil que buscaba hace años. Eso sí, Valve, el almacenamiento es ridículo. Que la «barata» sea eMMC de 64 GB es vergonzoso. Vas a poder usar microSD para meter juegos y funciona bastante bien, pero es algo que no me gusta nada del modelo base.